Es conocido por todos que las hemorroides son uno de los problemas de salud más habituales en la población general. Estas almorranas no distinguen entre edades ni entre géneros por lo que cualquier persona puede padecerla alguna vez en su vida. Sin embargo, ¿Es lo mismo hemorroides que trombosis hemorroidal?

La trombosis hemorroidal también es un problema proctológico frecuente pero mucho más molesto y doloroso que las hemorroides comunes.

Diferencias entre hemorroides y trombosis hemorroidal

Muchas personas tienden a confundir las hemorroides con la trombosis hemorroidal. Es lógico ya que ambas patologías proctológicas parten de la base de las venas hemorroidales. La principal diferencia entre ellas es que la trombosis hemorroidal es una complicación derivada de la hemorroide común. Esto quiere decir que no todas las hemorroides desembocarán en una trombosis hemorroidal pero todas las trombosis hemorroidales sí parten en sus inicios de las hemorroides.

La trombosis hemorroidal aunque puede reaparecer con frecuencia en determinadas personas, normalmente se presenta como un problema puntual. Se trata de un bulto externo que aparece en el margen del ano de color violáceo y apariencia dura debido a la contracción del esfínter anal. Esto último hace que sea difícil de reducir y, de hecho, en la mayoría de las ocasiones requiere tratamiento quirúrgico para eliminarla.

Además del bulto en el margen anal y del dolor producido por su endurecimiento, a veces esta trombosis hemorroidal externa puede producir sangrado. Sin embargo, el principal síntoma de aparición de una trombosis hemorroidal es el dolor agudo que siente el paciente. Esta molestia dolorosa tiende a darse sobre todo cuando la persona está sentada, durante la defecación e incluso mientras camina o realiza otras actividades rutinarias.

¿Cómo actuar si padeces una trombosis hemorroidal?

En algunos casos las trombosis hemorroidales pueden reabsorberse de manera espontánea gracias a la utilización de hielo local, envuelto en un pañito, analgésicos y lubricantes para la defecación. Normalmente en estos casos el bulto suele desaparecer en unas semanas, pero lo importante es que no duela.

No obstante, frente a una trombosis hemorroidal que cursa con dolor muy intenso la solución más eficaz y, sobre todo, más rápida es el tratamiento quirúrgico. Esta cirugía se realiza de manera ambulatoria con anestesia local por lo que su recuperación es muy corta y sencilla. El tratamiento quirúrgico se recomienda tanto en casos de dolor muy agudo como en casos de trombosis hemorroidal ulcerada y sangrante.

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