Patología proctológica en pacientes con tratamiento oncológico
La patología proctológica es común en pacientes oncológicos, tanto como resultado del tratamiento como de la propia inmunosupresión de base. Para prevenir la aparición de abscesos y fistulas anales en estos pacientes, es importante tomar medidas preventivas y hacer un seguimiento adecuado. A continuación, se presentan algunas recomendaciones para la prevención de patología proctológica en pacientes oncológicos.
Partimos de la base de que los tratamientos oncológicos producen una serie de efectos secundarios agudos (diarreas, estreñimiento, …) y a largo plazo (daños por radioterapia como la proctitis rádica…). Además, generan un estado de inmunosupresión que suponen una mayor predisposición al desarrollo de la patología proctológica.
Por ello, se deben dar una serie de recomendaciones generales a todos los pacientes como las siguientes:
1. Mantener una buena higiene anal: es importante que el paciente mantenga una buena higiene anal para prevenir la aparición de infecciones. Se recomienda el uso de agua tibia y jabón suave para lavar el área anal después de cada evacuación, y evitar en la medida de lo posible la limpieza SIN frotar demasiado con papel higiéno o el uso de toallitas que irriten la zonao la dejen muy humeda. En ocasiones el utilizar secador con aire frío puede ser muy útil.
2. Hidratación de la zona anal: sobre todo en caso de diarreas con pomadas que fortalezcan la barrera cutánea, que deben aplicarse 2-3 veces al día. Algunos ejemplos de pomadas son: la vaselina (sin olor), prontosan, avenoc, pasta al agua o mustela.
3. Evitar el uso de ropa ajustada, uso de ropa interior de algodón y cambios frecuentes de compresas o pañales.
4. Tratamiento del estreñimiento que serán dirigidos en función del diagnóstico y el tratamiento que están recibiendo, pues existen varios tipos de laxantes que en muchos casos están contraindicados y deben individualizarse. En todos los casos se recomienda:
- Dieta rica en fibra (entre 25 a 35 g al día) junto con una ingesta adecuada de agua.
- Restricción de alimentos o bebidas irritantes como el café, té, chocolate o picantes.
Ante la aparición de dolor o sangrado debe consultar con su médico para iniciar el tratamiento dirigido.
Recuerde estas indicaciones en sus hábitos digestivos y proctológicos:
- Evitar el estreñimiento: el estreñimiento puede ser un factor desencadenante de la patología proctológica en pacientes oncológicos. Se recomienda una dieta rica en fibra y líquidos, así como el uso de ablandadores de heces según las recomendaciones del médico.
- Evitar la diarrea: la diarrea también puede ser un factor desencadenante de la patología proctológica. Es importante seguir una dieta adecuada y tomar los medicamentos prescritos para controlar la diarrea.
- Evitar el uso de laxantes: el uso de laxantes puede irritar el área anal y empeorar la patología proctológica. Es importante seguir las recomendaciones del médico sobre el uso de laxantes.
- Evitar la práctica de sexo anal: la práctica de sexo anal puede ser un factor desencadenante de la patología proctológica en pacientes oncológicos. Se recomienda evitar esta práctica durante el tratamiento del cáncer y hasta que el médico lo autorice.
- No demorar la consulta: si el paciente experimenta síntomas como dolor anal, picazón, sangrado o secreción, es importante que consulte con su médico de inmediato. La detección temprana y el tratamiento adecuado pueden prevenir complicaciones mayores. En estas patologías en concreto, no permita que el pudor o la vergüenza le incomoden. Debemos recordar que son patologías muy frecuentes y que es debido a los tabúes que no se habla más abiertamente de las mismas. El personal sanitario sabrá abordar esta problemática con naturalidad.
Tenga en cuenta las siguientes recomendaciones en cuanto a su estilo de vida también van a ser útiles en la prevención y cuidado de la patología proctológica:
- Mantenga sus actividades sociales y familiares.
- Realice actividad física regular según sus capacidades y preferencias.
- Mantenga una adecuada higiene corporal y de la zona anal, así como cuide su piel mediante el uso de cremas hidratantes de manera regular.
- Es recomendable evitar el contacto con personas con cuadros catarrales u otras infecciones y abandonar el hábito tabáquico, así como evitar el consumo de bebidas alcohólicas.
- Es importante que beba abundantes líquidos, especialmente los días en que se administra el tratamiento.
- Asimismo, es fundamental que mantenga una dieta equilibrada y variada, y evite el consumo de productos de herbolario y homeopáticos.
El diagnóstico y tratamiento pueden afectar significativamente a su vida y rutinas diarias. Es normal experimentar momentos de ansiedad, tristeza, enfado, preocupación y estrés. Si es necesario, considere la posibilidad de consultar con un/a psicólogo y/o psiquiatra para recibir tratamiento y apoyo emocional. Además, es importante seguir la pauta de medicación y recomendaciones específicas de su médico.
Si experimenta cualquier síntoma o efecto secundario, informe inmediatamente a su médico y resuelva todas las dudas referentes a la medicación que debe tomar en el domicilio. Cuando acuda a otra consulta o a urgencias, no olvide llevar consigo su último informe médico y la medicación que toma habitualmente.
Diarrea
La diarrea es un problema común en pacientes oncológicos y se define como un aumento en el número o cantidad de las deposiciones habituales, con una disminución en la consistencia de las mismas. Las causas pueden ser múltiples, como la quimioterapia, inmunoterapia, terapias orales, radioterapia sobre la pelvis y abdomen, cirugías de resección del tubo digestivo, enfermedades infecciosas y la propia enfermedad. El principal objetivo del tratamiento es evitar la deshidratación y, a largo plazo, la pérdida de peso y la desnutrición. Si experimenta diarrea, es importante que consulte con su médico para determinar la causa y recibir un tratamiento adecuado.
La diarrea puede causar problemas proctológicos como las fisuras anales o las trombosis hemorroidales. Si padece un cuadro diarréico, intente no hacer excesivo esfuerzo al defecar y puede proteger la piel de la zona con vaselina (utilice una sin aromas).
Prevención y tratamiento
Se pueden tomar en cuenta las siguientes recomendaciones para el manejo de la diarrea en pacientes con tratamiento oncológico: antes de iniciar la quimioterapia, consulte a su médico si puede utilizar medicamentos para controlar la diarrea; aumente la ingesta de agua y líquidos a lo largo del día (2-3 litros/día) y tome bebidas isotónicas; evite el consumo de cafeína, alcohol y alimentos muy condimentados o picantes; consuma comidas pequeñas y frecuentes, y elija alimentos fáciles de digerir y con bajo contenido de fibra, como el plátano, arroz, puré de manzana y tostadas; prefiera frutas cocidas o al horno sin piel; si toma quimioterapia oral, consulte a su médico si debe suspenderla. En caso de cirugía digestiva mantener las pautas de alimentación recomendadas por el cirujano/a.
Consulte con Urgencias
Si presenta diarrea, es importante que esté alerta a los siguientes síntomas y acuda inmediatamente a Urgencias si: no mejora con las medidas dietéticas y medicación prescrita, tiene 7 o más deposiciones al día, presenta episodios nocturnos, observa la presencia de moco o sangre junto con las deposiciones, se acompañan de dolor abdominal y/o incontinencia, náuseas y vómitos, o presenta fiebre con una temperatura superior a 38°C.
Estreñimiento
El estreñimiento es la disminución del número de deposiciones habituales asociado a mayor dureza de las heces. El estreñimiento es un problema frecuente en los pacientes oncológicos y puede estar generado por varias causas, entre ellas: la inmovilización prolongada, efectos secundarios de la medicación, cambios en la dieta, radioterapia en la pelvis o el abdomen, cirugías de resección de una parte del tubo digestivo, consumo de opioides y enfermedades neurológicas.
El estreñimiento está asociado a la patología proctológica más frecuente: las hemorroides. Asimismo, un excesivo esfuerzo al ir al baño, incluso si es ocasional, debido al estreñimiento, puede ocasionar una trombosis hemorroidal o fisuras anales. Además de las pautas de control de estreñimiento habituales, recuerde evitar un esfuerzo defecatorio excesivo y tener la postura adecuada en el wáter, con las rodillas ligeramente elevadas.
Prevención y tratamiento
Para tratar el estreñimiento en pacientes oncológicos, se recomienda aumentar el consumo de agua y líquidos, incrementar la ingesta de alimentos ricos en fibra como frutas y verduras, realizar actividad física regular y evitar el sedentarismo, y evitar el consumo excesivo de laxantes. Si estos cambios en el estilo de vida y la alimentación no son suficientes, consulte con su médico para obtener medicación adicional. Es importante tener en cuenta que el estreñimiento crónico puede causar complicaciones como hemorroides, fisuras anales y, en casos graves, impactación fecal.
Es importante tratar el estreñimiento de forma adecuada y precoz. También es importante recordar que el estreñimiento puede estar relacionado con complicaciones de la enfermedad y tratamientos locales previos en el abdomen y pelvis, por lo que en estos casos se requiere una valoración médica y recomendaciones específicas. Además, se debe consultar al médico si se pueden modificar las dosis o cambiar los medicamentos que provocan estreñimiento y si se puede tomar medicación como laxantes y enemas, ya que pueden estar contraindicados en algunos pacientes.
Recuerde seguir pautas recomendables siempre a la hora de ir al baño: ponga un escalón debajo de los pies para quedar en una posición de semi-cuclillas (esta postura es mucho más natural y cómoda), no lea ni lleve el móvil al baño, lo aconsejable es no posponer, ni forzar, ni alargar el esfuerzo defecatorio.
Consulte con Urgencias
Si el estreñimiento presenta síntomas alarmantes como dolor intenso y distensión abdominal, ausencia de eliminación de gases, o va acompañado de náuseas y/o vómitos, debe acudir a Urgencias.
Los cambios en el apetito son comunes en los pacientes oncológicos y durante el tratamiento con medicamentos. Es importante descartar y tratar los factores que pueden contribuir a una menor ingesta, como náuseas, vómitos, estreñimiento, úlceras bucales, sequedad bucal y dolor no controlado, ya que la falta de apetito puede provocar pérdida de peso y desnutrición a largo plazo. Además, el cansancio o fatiga es un síntoma frecuente en pacientes oncológicos, que puede ser exacerbado por otros factores como depresión, ansiedad, estrés o insomnio, y puede afectar la calidad de vida y las actividades diarias. Los médicos pueden realizar una analítica para descartar anemia o alteraciones electrolíticas y recomendar tratamientos adecuados según cada caso.
Los problemas proctológicos son más frecuentes en estados de salud de deterioro y pueden ser una consecuencia indirecta de una mala alimentación y falta de ejercicio. Una alimentación insuficiente y la falta de actividad pueden empeorar el estreñimiento y el tránsito intestinal que van a favorecer la aparición de hemorroides, trombosis hemorroidales y fisuras anales.
Recomendaciones
Para mejorar el apetito y la alimentación en pacientes oncológicos, se recomienda ingerir de 5 a 6 comidas pequeñas al día, comer alimentos nutritivos con alto contenido calórico y proteico, y tener siempre a mano sus comidas preferidas. También se puede aumentar las calorías y proteínas en los alimentos, consumir bebidas nutritivas, y acompañar los platos con salsas y condimentos de su agrado. Además, es importante consultar con un nutricionista y con su oncólogo habitual para recibir recomendaciones individuales y considerar medicamentos para estimular el apetito. Para el cansancio relacionado con el cáncer y los tratamientos, se recomienda mantener un nivel mínimo de actividad física, continuar con las actividades cotidianas posibles, y solicitar ayuda y delegar tareas a amigos y familiares.
Le recordamos y recomendamos que se ponga en contacto con las asociaciones existentes en Canarias de ayuda para pacientes de cáncer: