Los casos de trombosis hemorroidal en Canarias aumentan un 51% durante el Carnaval. Así lo indicó la Dra. Rosy Santana, doctora especialista en Proctología del Instituto Proctológico Dr. Padrón, en una rueda de prensa celebrada esta mañana ante los medios de comunicación en Tenerife.

El Instituto Proctológico Dr. Padrón ha elaborado una guía de recomendaciones que podrá consultarse y descargarse de forma gratuita, para evitar la aparición de este problema de salud durante estos carnavales además de reforzar su servicio de Urgencias Proctológicas.

Aumento del consumo de alcohol

El aumento del consumo del alcohol por estas fechas parece ser la causa principal del incremento de esta patología y de sus posibles complicaciones, ya que hace que las hemorroides se inflamen y tiendan a prolapsar (a salirse fuera del ano). Cuando esto sucede, el ano las comprime, pueden inflamarse más e incluso llegar a trombosarse produciendo un intenso dolor.

En el Instituto Proctológico Dr. Padrón se llevaron a cabo más de 200 intervenciones quirúrgicas por esta causa en 2018. Según la Dra. Santana, esta patología “puede resultar incapacitante para el individuo durante varios días por la dificultad y el dolor para sentarse, conducir, etc.”.

¿Cómo se detecta una trombosis hemorroidal?

La trombosis hemorroidal es una complicación de las hemorroides simples, lo que provoca un cuadro agudo de intenso dolor. En el caso de la trombosis hemorroidal externa, se observa como una zona violácea, negruzca y dura en el margen del ano, siendo muy doloroso al tacto. Uno de los principales problemas de las hemorroides que salen al exterior es cuando, debido a la contracción del esfínter, queda atrapada en el exterior, volviéndose dura, dolorosa y no pudiéndose reducir.

El principal síntoma de una trombosis hemorroidal externa es la aparición del bulto antes mencionado y el dolor, seguido de su endurecimiento. A veces es posible que la presión que ejerce en la piel provoque una úlcera y salga sangre.

La aparición del dolor se produce principalmente durante la defecación, al sentarse, caminar o simplemente al tocar la zona. Esta situación puede llegar a impedir al paciente sentarse o dificultar la defecación debido al intenso dolor.

Recomendaciones para su prevención

La Dra. Rosy Santana hizo especial hincapié en las siguientes recomendaciones para prevenir la aparición de una trombosis hemorroidal:

  • Evitar el estreñimiento mediante una dieta rica en fibra, frutas y verduras, además de beber de 1’5 a 2 litros de agua al día.
  • Evita el consumo excesivo de sustancias tóxicas como el alcohol así como el consumo de otras sustancias irritantes como el chocolate o el café. En caso de que hayan síntomas de prolapso o sangre al defecar habitualmente, es recomendable acudir a revisión y tratar las posibles hemorroides para prevenir cuadros como la trombosis hemorroidal.
  • Realizar ejercicio físico de forma regular.
  • Lubricar el margen anal con aceite o vaselina antes de ir al baño para favorecer la salida de las heces y que no haya que hacer tanto esfuerzo.
  • La postura a la hora de ir al baño también es importante. Se recomienda utilizar un pequeño escalón para que las rodillas estén un poquito más altas que la cadera (esto rectifica la curvatura normal entre el recto y el canal anal y facilita la salida de las heces para evitar esfuerzos

Tratamiento de la trombosis hemorroidal

En la mayoría de los casos, la trombosis hemorroidal se resuelve espontáneamente. Algunas recomendaciones a tener en cuenta son:

  • Utilizar hielo o compresas frías para aliviar las molestias.
  • Analgésicos, para controlar el dolor.
  • Baños de asiento
  • Ablandadores de heces, para facilitar la defecación.

En estos casos, el trombo se reabsorbe poco a poco durante las siguientes semanas, aunque el dolor se alivia al cabo de 2 ó 3 días y el bulto en los siguientes 7-10 días.

También es posible, en algunos casos, la reducción de la hemorroide trombosada manualmente en los primeros días. Para ello es habitual el uso de pomada anestésica, realizándose en consulta médica. Tras esta reintroducción, se minimiza la presión ejercida por el esfínter anal y se restablece la circulación venosa normal en las venas hemorroidales.

En aquellos casos en los que el dolor es muy intenso, se recomienda  la extirpación de la hemorroide trombosada mediante cirugía. Se trata de un procedimiento de carácter ambulatorio, con anestesia local y pronta recuperación. Es importante señalar que antes de proceder a la cirugía es necesario evaluar la gravedad del problema, por si hubiera otros problemas en la zona anal, especialmente una trombosis hemorroidal interna.