Las trombosis son coágulos que se forman en un vaso sanguíneo (arteria o vena) y que impide el flujo de la sangre. Por suerte, las trombosis hemorroidales no suelen ser graves como lo son en otras partes del cuerpo donde pueden ser urgencias vitales, como es el caso de las trombosis pulmonares.

Podemos sospechar que tenemos una trombosis hemorroidal si aparece un bulto en el borde del ano de forma bastante repentina y tal vez vinculado a un esfuerzo defecatorio puntual. También vinculado al embarazo, al parto o a una diarrea puede aparecer una trombosis. Normalmente puedes palpar una bolita bastante definida (un bulto) en el borde anal y suele presentar algo de sangrado (puedes ver manchado el papel al limpiarte).

Vale, crees que tienes una trombosis ¿Qué hacer?

El trombo o coágulo (la bolita) puede ser reabsorbido por el cuerpo en unas semanas y no necesitar ningún tipo de tratamiento, pero en algunas ocasiones, por su tamaño o localización (más cerca del borde del ano) puede ser muy doloroso e incómodo y es necesaria la extirpación del mismo.

Siempre es aconsejable consultar con tu médico para salir de dudas (tu proctólogo o proctóloga de confianza idealmente) pero los siguientes consejos pueden ser útiles cuando se trata de una trombosis pequeña y no dolorosa, que no requiere ser extirpada:

  • Vaselina: La vaselina es inocua y no tiene ningún efecto secundario al no contener medicación alguna. Es un lubricante ideal y puede ayudar a aliviar el picor. Aplicar un poco de vaselina en la zona limpia evita que se irrite y además haciendo un poco de presión puede reducir la inflamación de la zona.
  • Algunas cremas (tu médico te indicará la apropiada) que se usan para las varices pueden aliviar y favorecer la reabsorción del trombo (o coágulo). La desaparición completa del trombo tarda un par de semanas, lo importante es que permita hacer una vida normal. Si se trata de una trombosis pequeña los consejos caseros que te damos deben ser suficientes y si se trata de algo de mayor envergadura mejor consulta con tu médico, la crema equivocada (por un mal autodiagnóstico) definitivamente no va a ayudar y estas cremas tienen efectos secundarios. En la farmacia pueden informarte sobre las cremas pero no diagnosticarte, no confundas la farmacia con el centro de salud.
  • Frío en la zona: aplicar frío indirecto (por ejemplo, hielo envuelto en un paño limpio) con algo de presión puede aliviar la molestia y bajar la inflamación. Nunca debes aplicar frío por más de cinco minutos ni directamente sobre la piel, puedes aplicar un poco de presión para reducir ligeramente el trombo.

En caso de que la trombosis hemorroidal sea mayor y muy dolorosa

En nuestra experiencia se trata de una urgencia quirúrgica, es decir cuanto antes se opere mejor. No se trata en ningún caso de una urgencia vital (no es grave desde el punto de vista de que peligre la vida del paciente) pero cuando el dolor no te permite llevar una vida normal (puede que el paciente no pueda sentarse o que el dolor le impida dormir) una sencilla intervención quirúrgica es la solución indicada.

  • La extirpación puede realizarse con anestesia local de forma ambulatoria.
  • La mejoría es más o menos rápida y en muchas ocasiones el paciente puede llevar una vida prácticamente normal al día siguiente de la intervención.
  • Las mujeres embarazadas (especialmente en el tercer trimestre que las trombosis hemorroidales son relativamente frecuentes) y mujeres con lactancia materna pueden operarse.

Desgraciadamente las trombosis hemorroidales pueden aparecer de manera reiterada

Es decir, una vez has sufrido una trombosis hemorroidal es frecuente que sufras más. Esto se debe a que las trombosis hemorroidales tienen que ver con características de la persona, con tener hemorroides internas y con buenos/malos hábitos. A continuación te indicamos 4 malos hábitos a evitar:

  • Esfuerzos intensos: Hacer mucha fuerza al ir al baño favorece la aparición de hemorroides y de trombosis hemorroidales. También esfuerzos puntuales en deportes como ciclismo de montaña o levantar mucho peso (por ejemplo, levantar una moto pesada) pueden provocar la aparición de un trombo hemorroidal.
  • Malas posturas: Especialmente al sentarnos en el WC es aconsejable tener los pies elevados (las rodillas deben quedar a la altura del pecho como si estuviéramos en cuclillas). Poner un escalón delante del WC es una solución práctica. Además, ¡te sorprenderá que es mucho más cómodo! Asimismo pasar muchas horas sentado (por ejemplo frente al ordenador) no es aconsejable, recuerda hacer descansos y “estirar las piernas” de vez en cuando.
  • Hábitos alimenticios y dieta: Una buena dieta y beber mucha agua favorece el tránsito intestinal. Una mala dieta, poca fibra, pueden provocar estreñimiento y diarreas que empeoran o causan las hemorroides y las trombosis hemorroidales.
  • No tratar las hemorroides: Las probabilidades de tener una trombosis hemorroidal son muy altas si sufres hemorroides. Ir al proctólogo a veces es como ir al dentista… tienes un problema latente que te da pereza tratarte y sólo vas cuando se vuelve una urgencia.

Es importante tratar las hemorroides cuanto antes ya que la solución será más sencilla y se reduce el riesgo de que se forme un molesto trombo.

Por tanto, vida saludable y buenos hábitos te ayudarán a prevenir las trombosis hemorroidales. Pero ya sabes, en caso de palpar un bulto en la zona anal, sangrado y molestias o dolor… ¡Consulta con tu proctólogo o proctologa! Seguro que existe una solución eficaz y sencilla.