Tratamiento del síndrome del elevador del ano

Al tratarse de una contractura muscular, el síndrome del elevador del ano se trata inicialmente aplicando calor con baños de asiento con agua tibia o bien con calor local a nivel del sacro.

Aparte de ello, si existe mucho dolor se suele indicar analgésicos como paracetamol o ibuprofeno e incluso relajantes musculares como Diazepan. Estos medicamentos suelen administrarse durante un período de tiempo de 10 días normalmente de ingesta nocturna.

En caso de que el proceso no evolucione ni mejore el proctólogo procederá a derivar el caso del paciente a rehabilitación para el tratamiento del suelo pélvico.

El Síndrome del Elevador del Ano es una patología proctológica benigna, es decir, que no produce ninguna consecuencia grave en la salud del paciente que lo padece. Sin embargo, sí es una afección incómoda, molesta y dolorosa que, de hecho, suele darse de forma crónica.

Esta patología se caracteriza por ser un dolor episódico intenso y agudo que aparece en el recto como producto de un espasmo del músculo más próximo al ano, el músculo elevador del ano. El síndrome del elevador del ano puede producir proctalgia fugaz que es el dolor intenso de corta duración o coxidinia que es el dolor que se produce en las cercanías del coxis. Ambas patologías son producidas por espasmos en el músculo elevador del ano.

Las causas del síndrome del elevador del ano pueden variadas. Al tratarse de una patología producida por el espasmo de un músculo del suelo pélvico, se relaciona habitualmente con situaciones de mucho estrés en las que el músculo del elevador del ano tiende a contracturarse.

Como cualquier otro músculo del cuerpo, las contracturas crónicas suelen estar producidas por motivos emocionales o psicológicos. Por esta razón, se considera que el origen del síndrome elevador del ano es psicogénico y no orgánico o funcional.

El dolor del síndrome del elevador del ano suele ser intenso y puede irradiarse a la zona genital o la zona del sacro. Además, esta afección suele ir acompañada de unas ganas continuas de ir al baño a evacuar lo que se conoce como tenesmo. También puede presentarse junto a una sensación de tener algo en el interior del canal anal. Este último síntoma hace los pacientes con este síndrome se sientan mucho más incómodos sentados que estando de pie o acostados.

Para no confundir esa patología con otras similares como las hemorroides, fisuras o fístulas anales, es necesario acudir al proctólogo. Este experto realizará al paciente una consulta personal donde contestará a una serie de preguntas además de conocer su historial clínico. Tras ello, el proctólogo llevará a cabo una exploración física para diagnosticar el síndrome del elevador del ano.

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