Los problemas proctológicos son muy habituales en toda la población a lo largo de su vida. No obstante, en ocasiones tienden a confundirse patologías debido a que se confunden sus síntomas. Uno de estos casos es el de las hemorroides internas y fístulas anales ya que en ocasiones pueden resultar parecidas aunque se trate de molestias diferentes cuyos tratamientos son diferentes.

Lo principal frente  a un problema proctológico es acudir a un centro especializado en su diagnóstico y tratamiento para abordar la patología de la forma más adecuada. En el Instituto Proctológico Dr. Padrón llevamos más de 30 años tratando hemorroides, fístulas y fisuras, entre otros, por lo que contamos con un equipo médico experto en Proctología que puede ayudarte a solucionar tu problema y mejorar tu calidad de vida.

Diferencias entre hemorroides internas y fístulas anales

¿Qué son las hemorroides internas?

Las hemorroides en sí son la patología proctológica más frecuente. Sin embargo, dentro de ella se clasifican en hemorroides internas o externas siendo las primeras las más habituales. Como no se ven los pacientes tienden a confundirlas con otro tipo de patologías. Se trata de una afección producida normalmente por la presión que se ejerce al defecar en el interior del canal anal.

Las hemorroides internas son dilataciones venosas que se inflaman y pueden coagularse aunque no se prolapsen hacia el exterior. A diferencia de las hemorroides externas este tipo de hemorroide puede no cursar con ningún síntoma aparte del sangrado. Este síntoma, de hecho, es el que más alarma suele dar al paciente aunque no siempre es el origen de un problema grave.

Las hemorroides internas se localizan en el interior del recto pero en una zona cercana al margen anal, normalmente a unos dos o cuatro centímetros. Su diagnóstico es más difícil que el de la hemorroide externa porque no se visualiza a simple vista. No obstante, un proctólogo puede llevarlo a cabo de forma sencilla mediante una exploración con el uso de un proctoscopio.

En cuanto a su tratamiento, este tipo de hemorroides suele tratarse de forma primaria con cremas antiinflamatorias. Pero en muchas ocasiones se recomienda la cirugía ya que es una intervención sencilla que se realiza de forma ambulatoria con anestesia local y que alivia de forma rápida al paciente. Este tipo de tratamiento quirúrgico tiene como ventaja la reincorporación a la vida laboral y social de forma precoz ya que la recuperación es corta.

¿Qué son las fístulas anales?

Las fístulas anales, por su parte, son conexiones (como pequeños túneles) de una glándula del canal anal que ha sido previamente infectada por la piel de las nalgas. Normalmente las fístulas aparecen junto a un absceso que es una infección o colección de pus anorrectal.

El motivo por el que los pacientes pueden llegar a confundir las hemorroides internas y fístulas anales es que ambas patologías producen sangrado leve o moderado en la zona anal. Sin embargo, la fístula suele ser más dolorosa y excretar pus además de sangre.

Para tratar las fístulas anales se recomienda una intervención quirúrgica con anestesia local que se realiza de forma ambulatoria tras el drenaje previo del absceso.  En ocasiones hay fístulas anales más complejas que requieren más de una intervención y, por tanto, necesitan un tratamiento en dos o más fases.

Como dijimos anteriormente, ante cualquier tipo de síntoma relacionado con la cavidad anal es mejor acudir al proctólogo para diagnosticarlo y tratarlo rápidamente. De esa forma se evitan molestias innecesarias o un incremento de la sintomatología con el paso del tiempo que termine dificultando la calidad de vida del paciente.