Los problemas proctológicos como las hemorroides, las fístulas o las fisuras anales son muy frecuentes en personas adultas ¿y en los niños? ¿son frecuentes estos problemas? ¿se tratan de igual manera?
Lo primero es indicar que los problemas proctológicos (de la zona anal y recto) son poco frecuentes en niños y se tratan de manera diferente.

Hay que evitar el estreñimiento en niños con una dieta y ritmo de vida saludables que ayuden a tener un buen tránsito intestinal.

También debemos educar a los pequeños cuando dejan el pañal (e insistir más adelante) a tomar buenas costumbres. Es importante ir al baño cuando el cuerpo avisa (no obligar a estar en el retrete y forzar a una hora determinada), puede ser positivo facilitar a los pequeños unos tiempos en que estén cómodos y relajados pero no incitar a la lectura (mucho menos jugar con el móvil) que puede alargar de manera innecesaria el tiempo y el esfuerzo para hacer caca.

Cuando la dieta y buenos hábitos no son suficientes para combatir el estreñimiento hay que consultar con el médico de cabecera o pediatra ya que si bien estreñimiento y diarreas no suelen causar hemorroides en los pequeños sí pueden provocar una fisura anal.

La fisura anal es la patología proctológica más frecuente en los menores y puede deberse a un esfuerzo defecatoria puntual (por estreñimiento) o vinculado diarreas.

Los síntomas son dolor en el momento o después de hacer caca y en ocasiones un ligero sangrado (se observa sangre en el papel o unas gotitas en el orinal). En ocasiones un niño o niña con una fisura anal pospone ir al baño para evitar el dolor y esto puede ser un círculo vicioso difícil de romper ya que esto lleva a heces más duras y difíciles de expulsar.

El tratamiento de la fisura anal en niños consiste en dieta rigurosa rica en fibra (fruta, verduras) y tomar agua abundante para que las heces sean blandas facilitando así la cicatrización de la fisura anal. Puede ayudar poner algo de vaselina en la zona y en algunos casos alguna pomada proctológica o laxantes pediátricos.

En caso de necesitar una pomada proctológica esta debe ser prescrita por un médico ya que aplicar una pomada errónea puede empeorar la sintomatología o provocar efectos secundarios como irritación en la piel.

El estreñimiento o la fisura anal puede ser frecuente en niños con medicación para otras patologías.

Es importante que el seguimiento se haga en conjunto para minimizar los efectos secundarios de la medicación. También en la mayoría de estos casos la dieta es el tratamiento indicado.

Los buenos hábitos al ir al baño se aprenden. Hay educar a los pequeños a no distraerse en el baño, no estar sentados mucho tiempo, ni hacer fuerza excesiva. También es importante recordar que la postura correcta ayuda a una mejor evacuación. Mejor utilizar un orinal que permita estar de cuclillas que estar sentados en el retrete con los pies colgando.

En niños más mayores, así como en adolescentes y adultos utilizar un escalón o reposapiés es una buena solución.