En memoria del Dr. Fernando Padrón Barrera

Les informamos, con mucha tristeza, que el Dr. Fernando Padrón Barrera, fundador del Instituto Proctológico Dr. Padrón, ha fallecido.

El Dr. Padrón, jubilado en 2017, se había alejado de la profesión médica tras haberle diagnosticado la enfermedad de Alzheimer. Sin embargo, sus técnicas quirúrgicas y sus valores han permanecido vivos en nuestros equipos durante todo este tiempo.

El cariño que profesaba a sus pacientes, la cercanía y su carácter alegre siempre acompañaron su excelente práctica médica y quirúrgica. Por esta razón, hoy les invitamos a compartir, desde esta misma página, los recuerdos o anécdotas que hayan vivido con el doctor, además de expresar libremente sus muestras de cariño.

Al doctor le habría gustado saber que se le iba a recordar con alegría, que se brindara por él, que se le dedicara alguna poesía o canción ranchera.

Vídeo Homenaje al Dr. Fernando Padrón Barrera

El Dr. Fernando Padrón fue un brillante profesional que de pequeño soñaba con tener una tienda de azúcar y, de mayor, se convirtió en un gran cirujano, algo que surgió como una postura humanitaria y cuya mayor satisfacción fue la Cecopexia, una técnica que cura el estreñimiento y el colon irritable.

Nacido en El Hierro, fue el octavo de 14 hermanos y vivió una infancia difícil pero llena de aventuras entre cañas de azúcar. De su época de estudiante en Barcelona recordaba las canciones de Francoise Hardy y su desempeño como delegado de la Facultad de Medicina durante la dictadura, algo que le dejó la dura experiencia de ser mandado al Ayún a pasar una larga “mili”de dos años entre dunas del desierto.

Vehemente y trabajador, estaba muy agradecido a personas como su maestro en los inicios, Juan Lopez Gibert, pero en el centro de su práctica médica y aprendizaje siempre estuvieron los pacientes, quienes cuando se lo cruzaban por la calle lo paraban afectuosos para saludarle años después de haber sido tratados por recordarlo cercano y campechano. Siempre mencionaba a su mano derecha, la Dra. Rosy, y a todo el equipo que hoy forma el Instituto Proctológico Dr Padrón: un equipo de médicos, auxiliares y secretarias que seguían profesándole un inmenso cariño y que en la actualidad mantienen vivo su trabajo en el ámbito de la Proctología.

Le emocionaban los resultados de la cirugía, ser testigo de la curación de sus pacientes y revivir momentos del pasado, como cuando fue a buscar en moto al hospital de Belviche a Gloria, que le esperaba con una camisa amarilla y de quien tuvo la certeza que sería la madre de sus hijos nada más verla. Siempre tenía anécdotas de su familia, una familia a la que adoraba, que le aportaba estabilidad y motivación. Quien lo conoció, tal vez haya oído la historia de cada uno de los impactantes nacimientos de sus hijos: David, que nació hecho un renacuajo; Silvia, que se comía los puños de las manos, o el parto de Cesar, que finalmente llegó al mundo sin cesárea. Pero de la infancia de sus hijos, su entorno más cercano lo recordaba, entre reuniones y paellas, luchando e impulsando el colegio Juan Ramón Jiménez, donde a día de hoy la biblioteca tiene su nombre.

Seguro de que el mayor aprendizaje residía en corregir los errores y de que la felicidad se encontraba en la satisfacción de ayudar a los demás, se sentía muy afortunado por todo lo que tuvo en la vida. Si hubiese podido tener poderes, habría concedido mayor igualdad a las mujeres en el aspecto médico y científico y habría dado una mayor expansión a la cecopexia para curar a las mujeres que, incomprendidas, sufren de estreñimiento.

En sus últimos meses, amenazaba con su bastón a quien más quería con recitar poemas clásicos o rimas chistosas a quien pillara cerca. Tenía un repertorio de canciones pasadas de moda que desafinaba alegremente y le ha había hecho feliz descubrir que cualquiera con un móvil le podía ayudar a encontrar una canción de la que sólo recodaba algunas palabras y una vaga melodía. Había perdido algo de memoria pero no el sueño o el apetito, por lo que seguía disfrutando de una reunión familiar, una partida de dominó y un buen puro palmero.

Y así era Fernando, un hombre repleto de amor y talento que insufló su vida de trabajo, constancia y perseverancia en el desarrollo de ideas y proyectos, cuyo leit motive vital siempre fue “ayudar a los demás”. Su buen humor, su sonrisa, y el afecto sincero por sus pacientes, amigos y familia permanecerán siempre tras su estela.

El Dr. Padrón fue reconocido por su novedosa forma de entender la Proctología, con revolucionarias técnicas realizadas con anestesia local y por tanto, quirúrgicamente poco invasivas además de económicamente asequibles y con resultados médicos excelentes. Además de estas técnicas, la cecopexia o intervención para acabar con el estreñimiento, tuvo un especial impacto en los medios de comunicación. Aquí compartimos algunos de los artículos más destacados:

Y aquí lo recordamos con esta fantástica viñeta realizada por Morgan que el equipo del Instituto Proctológico Dr. Padrón le regaló con motivo de su cumpleaños.