1. Observas sangre al en el WC

Uno de los motivos de consulta frecuentes en la consulta de proctología es observar sangrado en el inodoro o en el papel higiénico tras limpiarse. Una causa posible de este sangrado son las hemorroides.

2. Tienes picor en la zona anal: cuando te pica…

¡Es embarazoso rascarse ahí! El prurito anal puede ir vinculado a hemorroides, fístulas perianales o fisuras anales. ¡En casos puntuales también se debe al vello de la zona!

3. Tras una época de estreñimiento tienes mucho dolor al defecar

Este es el síntoma típico de la fisura anal… ¡No sufras innecesariamente! Una consulta de proctología te devolverá la salud y la sonrisa

4. Notas un bulto en la zona anal

Tener un bulto y no saber de qué se trata te va a tener preocupada. ¡Probablemente un sencillo tratamiento acabe con el bulto y con la preocupación!

5. ¡Por probabilidad!: ¿Sabías que el 90 % de la población sufre algún problema proctológico antes de los 60 años?

¡¡En serio!! Pero todos somos muy discretos con estos temas

6. Sientes un fuerte dolor en la zona anal que te despierta en mitad de la noche

¿Has tenido alguna vez una contractura en las piernas en mitad de la noche? Simplificando mucho, ¡La proctalgia fugaz puede ser lo mismo pero en la zona anal! Si se trata de esta patología es muy desagradable pero no es grave.

7. Tienes irritación y bultitos en la zona perianal

Si observas unas verrugas que se extienden en forma de racimo o coliflor probablemente se trate de condilomas acuminados. Acude cuanto antes a tu proctólogo, pueden tratarse y así evitas el contagio en relaciones sexuales y el autocontagio (que se vayan extendiendo por la zona).

8. Tras una diarrea notas una bolita en el borde del ano

Cuando es una bolita que aparece de forma súbita suele tratarse de una trombosis hemorroidal. Si no es muy molesta o grande puede que sea reabsorbida de manera espontánea en unas semanas… pero si te hace la vida difícil, ¡Mejor acude a la consulta de proctología y no te arrepentirás! Te quedarás tranquila de tener un diagnóstico y un tratamiento, en la mayoría de las ocasiones, ofrece una mejoría inmediata.