Trombosis y Dolor Hemorroidal

El estrés, la falta de ejercicio físico, una dieta poco saludable o una insuficiente ingesta de líquidos pueden favorecer la aparición de una trombosis hemorroidal, que es una manifestación aguda de las hemorroides internas. Se trata de una de las urgencias proctológicas más frecuentes y puede resultar incapacitante de forma temporal para el individuo si no se toman las medidas adecuadas.  Si notas molestias o un bulto en el margen anal, pide cita a través de formulario o en los teléfonos 928 244 713 (Gran Canaria)/ 922 257 820 (Tenerife).

El Instituto Proctológico Dr. Padrón ha elaborado una Guía para la Prevención de la Trombosis Hemorroidal, que podrás descargarte de forma gratuita.

¿Cómo se produce la trombosis hemorroidal?

La trombosis hemorroidal es una complicación de las hemorroides simples, lo que provoca un cuadro agudo de intenso dolor. En el caso de la trombosis hemorroidal externa, se observa como una zona violácea, negruzca y dura en el margen del ano, siendo muy doloroso al tacto. Uno de los principales problemas de las hemorroides que salen al exterior es cuando, debido a la contracción del esfínter, queda atrapada en el exterior, volviéndose dura, dolorosa y no pudiéndose reducir.

El principal síntoma de una trombosis hemorroidal externa es  la aparición de un bulto violáceo, negruzco y duro en el margen del ano, siendo muy doloroso al tacto. A veces es posible que la presión que ejerce en la piel provoque una úlcera y salga sangre.

La aparición del dolor se produce principalmente durante la defecación, al sentarse, caminar o simplemente al tocar la zona. Esta situación puede llegar a impedir al paciente sentarse o dificultar la defecación debido al intenso dolor.

El diagnóstico de la trombosis hemorroidal externa es muy sencillo. Se lleva a cabo en la consulta con el médico y puede realizarse con una inspección directa de la zona por parte del especialista.

Lo más habitual es que la trombosis hemorroidal se solucione de forma espontánea al cabo de unos días, disminuyendo todos los síntomas de forma paulatina, reintroduciéndose al interior del canal anal y disminuyendo su tamaño.

Por lo general, la trombosis hemorroidal se resuelve espontáneamente, aunque aquí te ofrecemos algunas recomendaciones que pueden ayudarte a aliviar las molestias.

  • Utilizar hielo o compresas frías.
  • Analgésicos, para controlar el dolor.
  • Baños de asiento
  • Ablandadores de heces, para facilitar la defecación.

En estos casos, el trombo se reabsorbe poco a poco durante las siguientes semanas, aunque el dolor se alivia al cabo de 2 ó 3 días y el bulto en los siguientes 7-10 días.

También es posible, en algunos casos, la reducción de la hemorroide trombosada manualmente en los primeros días. Para ello es habitual el uso de pomada anestésica, realizándose en consulta médica. Tras esta reintroducción, se minimiza la presión ejercida por el esfínter anal y se restablece la circulación venosa normal en las venas hemorroidales.

  • Evitar el estreñimiento mediante una dieta rica en fibra, frutas y verduras, además de beber de 1’5 a 2 litros de agua al día.
  • Evital el consumo excesivo de sustancias tóxicas como el alcohol o así como el consumo de otras sustancias irritantes como el chocolate o el café. En caso de que haya síntomas de prolapso o sangre al defecar habitualmente, es recomendable acudir a revisión y tratar las posibles hemorroides para prevenir cuadros como la trombosis hemorroidal.
  • Realizar ejercicio físico de forma regular.
  • Lubricar el margen anal con aceite o vaselina antes de ir al baño para favorecer la salida de las heces y que no haya que hacer tanto esfuerzo.
  • La postura a la hora de ir al baño también es importante. Se recomienda utilizar un pequeño escalón para que las rodillas estén un poquito más altas que la cadera (esto rectifica la curvatura normal entre el recto y el canal anal y facilita la salida de las heces para evitar esfuerzos.

En aquellos casos en los que el dolor es muy intenso, se recomienda  la extirpación de la hemorroide trombosada mediante cirugía. Se trata de un procedimiento de carácter ambulatorio, con anestesia local y pronta recuperación. Es importante señalar que antes de proceder a la cirugía es necesario evaluar la gravedad del problema, por si hubiera otros problemas en la zona anal, especialmente una trombosis hemorroidal interna.

Cuando la cirugía para la evacuación del coágulo es realizada dentro de las 48 a 72 horas siguientes a la aparición de la trombosis hemorroidal externa suele obtenerse un alivio rápido de los síntomas. Esto es recomendable en pacientes que sufren dolor muy intenso o que sufran ulceración o ruptura a lo largo de las primeras 72 horas.

Además de las medidas inicialmente tomadas antes de la declaración del estado de alarma en los centros (VER AQUÍ), también se han puesto en marcha otra serie de acciones con el fin de prevenir contagios en los centros:

  • Solamente se verá a un paciente cada media hora para espaciar la llegada de personas al centro.
  • No se hará doble consulta (sólo habrá un facultativo en la centro cada día).
  • Se han establecido distancias de seguridad entre el escritorio de los médicos y los pacientes así como en los mostradores de recepción y de atención  al paciente.
  • Se han cancelado sillas de la sala de espera para establecer la distancia de seguridad recomendada entre paciente y paciente (aunque con la medida de citar a un paciente cada media hora, ya no coinciden más de dos pacientes en la sala de espera).
  • Los médicos y auxiliares de enfermeria usan mascarilla, gafas y guantes durante la exploración al paciente.
  • Uso de guantes por parte de todo el personal de la clínica.
  • Se limpian y desinfectan las superficies de apoyo después de cada paciente.

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