Los problemas proctológicos suelen considerarse un tabú en la sociedad pero lo cierto es que son muy frecuentes. El más conocido de todos y que, de hecho, se da más habitualmente, son las hemorroides.

Esta patología conocida popularmente como almorranas, puede resultar sumamente molesta e incluso, en ocasiones, dolorosa. Sin embargo, es fácil confundir este problema con otros por lo que, ¿Cómo puedes estar seguro de que padeces hemorroides?

El Instituto Proctológico Dr. Padrón cuenta con un amplio equipo médico dedicado exclusivamente a las patologías del ano y del recto, es decir, a la proctología. Por ello, no solamente contamos con los mejores expertos en esta área médica sino que, además, contamos con los tratamientos más eficaces para ofrecer soluciones seguras y prontas. Si necesitas acudir al proctólogo para solucionar tu problema no dudes en llamarnos al centro de Tenerife (922 257 820) o de Las Palmas de Gran Canaria (928 244 713).

Los síntomas que alertan de la aparición de hemorroides

Existen algunos signos que pueden alertarte sobre la existencia de hemorroides. Uno de los más frecuentes es encontrar sangrado durante o después de defecar. Esto puede aparecer en forma de pequeñas gotas en el papel que utilizas para limpiarte o bien en la propia taza del váter.

Notar un bulto en el margen anal es también uno de los síntomas más palpables de las almorranas. Al tratarse de una dilatación del tejido mucoso es frecuente que prolapse hacia el exterior del canal anal por lo que suele aparecer un pequeño bulto en la zona externa alrededor del ano. Este bulto puede incluso no estar siempre sino aparecer de forma intermitente, es decir, en ocasiones puede volver al interior del canal anal y al realizar un esfuerzo defecatorio volver a salir.

Esto ocurre sobre todo cuando se trata de hemorroides de grado I o II ya que son almorranas leves. En casos más severos, con hemorroides de grado III y IV lo habitual es que este bulto no vuelva al interior del canal anal sino que se mantenga casi de forma permanente en el exterior.

El picor o la irritación es uno de los síntomas más engañosos ya que puede tener diferentes causas. Lo cierto es que el picor en la zona anal suele estar estrechamente vinculado al consumo de comida picante, alcohol o cafeína que, además, aumentan las probabilidades de padecer hemorroides.

¿El dolor también puede significar que tengo hemorroides?

Aunque el dolor puede llegar a considerarse un síntoma de hemorroides no siempre lo es. De hecho, el dolor está más asociado a otras patologías proctológicas como fisuras anales o fístulas.

Si padeces otros síntomas como supuración, un dolor muy agudo e intenso o inflamación en el ano puede que se trate de una fístula anal, un absceso o una trombosis hemorroidal. La única forma de saberlo con certeza es realizar un diagnóstico adecuado.

¿Cómo se diagnostican las hemorroides?

Lo principal si tienes alguno de los síntomas explicados más arriba, es que acudas a un experto en proctología para asegurarte un diagnóstico certero. De lo contrario es bastante habitual confundir las hemorroides con otras patologías proctológicas.

Acudir al proctólogo puede ser la solución idónea y, sobre todo, rápida, a un problema de este tipo. De hecho, la única forma de saber con exactitud qué patología proctológica padeces es mediante una exploración y valoración por el proctólogo.

Para realizar un correcto diagnóstico el proctólogo debe realizar una exploración de la zona afectada. Esto se lleva  a cabo a través de un tacto rectal ya que esto permite al especialista conocer el estado del canal anal y el margen anal. Con ello, el proctólogo podrá descartar o diagnosticar la presencia de hemorroides externas.

Sin embargo, en ocasiones es necesario utilizar aparatajes como anoscopios o rectoscopios para poder observar con mayor precisión el interior del canal anal. De esta forma, el doctor podrá visualizar la última parte del colon y el recto en busca de hemorroides internas.