La maternidad es una etapa muy bonita en la vida de muchas mujeres pero también es una etapa de desafíos y retos psicológicos, sociales y físicos. Nuestro cuerpo cambia y se pone a prueba primero durante el embarazo, luego durante el parto y finalmente durante los primeros meses con el bebé en que vamos recuperando la normalidad aunque nuestra vida y nuestro cuerpo nunca volverán a ser los de antes.

Vinculado al embarazo y el parto es frecuente sufrir problemas proctológicos (de la zona anal) como las hemorroides. Desgraciadamente en general nos vamos a enfrentar con desconocimiento a estos problemas ya que por una cuestión de tabú social es más fácil hablar de náuseas matutinas que de hemorroides, trombosis hemorroidales o fisuras anales.

¿Cuales son los problemas proctológicos más frecuentes durante el embarazo? ¿Y durante el parto?

A medida que avanza el embarazo dos problemas son frecuentes especialmente en el tercer trimestre. Por un lado se agrava la sintomatología (sangrado, prolapso y picor) de las hemorroides, es decir, aquellas mujeres que sufren de hemorroides notan que las molestias vinculadas a las mismas aumentan, especialmente el prolapso (bulto que sale del interior del ano al defecar).

Por otro lado, existe la posibilidad de sufrir una trombosis hemorroidal especialmente si hay hemorroides inicialmente. La trombosis hemorroidal suele surgir a raíz de un esfuerzo puntual defecatorio (muchas veces vinculado al estreñimiento o diarrea) y se trata de un coágulo en la zona anal que se manifiesta como un bulto en el borde del ano que puede ser muy doloroso según su situación.

Tras el parto debido sobre todo a los esfuerzos en la fase del expulsivo suele quedar el paquete hemorroidal inflamado (notaremos un abultamiento en el ano) y en algunos casos pueden haber alguna fisura anal (pequeña herida en el borde del ano). En la gran mayoría de los casos esta sintomatología desaparece en unos días pero si persisten molestias al cabo de una semana es importante consultar a tu ginecóloga o proctóloga.

¿Qué puedo hacer para prevenir o tratar los problemas como las hemorroides durante mi embarazo y tras el parto?

Llevar una vida saludable con dieta rica en fibra, haciendo ejercicio de manera regular y bebiendo mucha agua es la primera clave para no tener complicaciones durante el embarazo.

En los casos que existan síntomas como un ligero sangrado o molestias al defecar, las hemorroides pueden tratarse en los primeros meses del embarazo y puede ser recomendable para evitar que empeoren en el tercer trimestre y en el parto. En caso de sufrir una trombosis hemorroidal y especialmente si es muy dolorosa, no suele haber problema en extirpar la trombosis mediante una pequeña cirugía ambulatoria y con anestesia local, incluso en los días previos al parto.

En el post-parto para reducir las molestias vinculadas a la inflamación en la zona anal podemos reducir el prolapso (el abultamiento que sale del ano) haciendo una ligera presión para reconducir el bulto al interior del canal anal. En caso de existir mucho abultamiento la maniobra puede realizarla personal sanitario y puedes aplicar con guantes un poco de vaselina. Aplicar frío indirecto en la zona (hielos cubiertos en un paño) en ocasiones también puede aliviar las molestias.

Algunas mujeres, más si han tenido varios embarazos y partos, pueden beneficiarse de ejercicios del suelo pélvico para recuperar el tono muscular en la zona perianal. En estos casos los ejercicios pueden ser beneficiosos para reducir la sintomatología de las hemorroides y también para prevenir otros problemas de salud como pequeñas incontinencias urinarias.

Tener hábitos de vida saludables es fundamental, debemos cultivarlos en el día a día e integrarlos en el presente para asegurarnos un mejor futuro.

En muchas ocasiones es inevitable a pesar de llevar una vida sana tener problemas de salud. En caso de sintomatología en la zona del ano (sangrado, bultos o dolor) acudir a tu médico de cabecera o a tu proctólogo te devolverá la calidad de vida y la tranquilidad de espíritu. ¡Recuerda que son problemas normales y muy frecuentes aunque no hablemos de ellos en público!