En las profesiones sedentarias, el riesgo proctológico se relaciona principalmente con la falta de actividad física y el sedentarismo, lo que puede afectar negativamente la circulación sanguínea y el flujo intestinal.
Esto puede aumentar la presión en el área rectal y, por lo tanto, aumentar el riesgo de desarrollar problemas proctológicos como las hemorroides, fisuras anales, prolapso rectal y el síndrome del intestino irritable, entre otros.
Las largas horas sentados también pueden empeorar los síntomas de estas afecciones si ya se padecen. Por ello, es importante tomar medidas preventivas para evitar el riesgo proctológico en profesiones sedentarias.