Los tratamientos que modulan la acción de los músculos (como la toxina botulínica) tienen numerosas aplicaciones en Medicina Estética, así como para otra clase de patologías, como por ejemplo en enfermedades con parálisis espásticas.

En la actualidad, también se emplea en el campo de la Proctología, concretamente para tratar las fisuras anales. El tratamiento, requiere una revisión previa por parte del proctólogo ya que existe un protocolo de trabajo para su aplicación. Tiene una gran eficacia, a la vez que es mucho menos traumático que la cirugía.

¿Qué es una fisura anal?

La fisura anal es una herida en el borde del ano, originada a raíz de un episodio de estreñimiento en la mayoría de los casos, aunque también puede aparecer tras una defecación diarreica. Esta pequeña herida produce la contracción de unas fibras circulares denominadas esfínter interno. La contracción de estas fibras por un lado produce dolor, y por otro lado, impide la curación de la fisura. La fisura anal es, por lo general, completamente benigna pero, con frecuencia, extraordinariamente dolorosa.

¿En qué consiste el tratamiento con toxina botulínica que modula la acción de los músculos en la fisura anal?

El tratamiento consiste en una inyección de toxina botulínica en el esfínter anal interno, que produce una relajación del esfínter sin que requiera la realización de un corte y además facilita la cicatrización del desgarro.

El paciente notará una rápida mejora durante las primeras 72 horas, que es el tiempo necesario para que la mediación actúe sobre el espasmo esfinteriano.

¿A qué pacientes se recomienda este tratamiento?

El tratamiento está especialmente indicado en pacientes que tengan una alteración previa del esfínter anal, como pueden ser las cirugías previas o las enfermedades degenerativas, puesto que es muy poco agresivo para el paciente.

Su uso está formalmente indicado en aquellos pacientes que ya han sido operados por fisura anal y no evolucionan bien por persistir la sintomatología dolorosa. En los casos en el que la toxina botulínica no cause el efecto deseado o persistan los síntomas, se podría realizar un retoque del tratamiento.

Cuidados tras el tratamiento

No se requiere ningún cuidado especial, solo no manipular la zona donde se colocó la toxina botulínica en las primeras 24 horas y seguir algunos consejos generales:

  • Mantener el área anal seca
  • Limpiarse con materiales suaves
  • Evitar la irritación del recto
  • Evitar el estreñimiento o diarrea

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