Al igual que suele pasar con otras enfermedades, el estrés también puede influir en las patologías proctológicas. Entendemos por estrés aquella reacción fisiológica del organismo en el que entran en juego diversos mecanismos de defensa para afrontar una situación que se percibe como amenazante.

Pero, ¿en qué se traduce esto de que el estrés afecta en las patologías proctológicas? A menudo, muchos pacientes consultan por dolor anal o perineal aunque son incapaces de identificar el origen exacto de este dolor. Normalmente, se trata de personas que han pasado ya por varias consultas de especialistas médicos sin haber encontrado la causa de su problema para poder darle solución. Estos pacientes viven con mucha angustia su situación, llegando a tener afectada su calidad de vida.

Cuando un médico les pregunta si podrían definir el inicio del dolor en el tiempo, no siempre son capaces de hacerlo. Puede que si continuemos hablando, y lleguemos a lograr un ambiente relajado, el paciente termine por asociar el proceso con algún evento que le afecte emocionalmente (problemas laborales, económicos, familiares, etc.).

¿Por qué aparece el dolor anal cuando hay estrés?

El estrés mantenido durante mucho tiempo puede provocar la aparición de consecuencias físicas, debidas al aumento del gasto de energía, una mayor rapidez de actuación, menor descanso del necesario y el consiguiente agotamiento de las fuerzas .

Numerosos pacientes afirman padecer como un dolor dentro del recto, periné y que a veces irradia a genitales en épocas de estrés para ellos. Es probable que este dolor puede deberse a algunas de las patologías proctológicas más frecuentes como las hemorroides o fisuras, pero ante un dolor de estas características lo más recomendable será siempre consultar a un experto en Proctología.

Dentro de las patologías proctológicas que pueden asociarse al estrés podemos encontrar “ el síndrome del elevador y la proctalgia fugaz.

¿Qué es el síndrome del elevador?

El síndrome del elevador es aquel en el que el paciente refiere una sensación de presión dolorosa en el interior de canal anal y recto que a veces irradia hacia las nalgas, parte baja del abdomen o las piernas. Empeora al sentarse y a menudo los pacientes describen la sensación de sentarse “sobre una pelota”. También puede molestar al defecar y parece aliviarse al estar de pie o tumbado.

Durante la exploración, mediante un tacto rectal, el paciente puede notar dolor a la palpación del músculo elevador del ano. Este músculo está situado en la pelvis, formado a su vez por tres músculos o fascículos: el puborrectal, el pubococcígeo y el ileococcígeo. Todos juntos actúan como esfínter a nivel del canal anal y suelo pélvico.

Se piensa que el síndrome del elevador puede estar producido por una contractura de este músculo. En las pruebas diagnósticas no suelen encontrarse alteraciones que lo expliquen y las causas de este síndrome no son totalmente conocidas. No obstante, muchos especialistas lo relacionan con periodos de estrés, siendo este también un agravante de la enfermedad. También con intervenciones o procesos inflamatorios o infecciosos de la zona pélvica.

Tratamiento del síndrome del elevador

Mediante un tacto rectal, el proctólogo traccionará el músculo, algo que en muchos casos  suele aliviar la contractura. También puede prescribirse calor local, analgésicos o algún relajante muscular. En algunos casos, puede ser de utilidad realizar infiltraciones con anestesia local y corticoides directamente en el músculo para aliviar los síntomas.

El síndrome del elevador es una patología que muchas veces puede volverse crónica y la persona afectada puede tener recaídas a pesar de las múltiples opciones de tratamiento.

La proctalgia fugaz es una patología inofensiva en la que una persona experimenta dolor rectal y anal repentino, intenso y agudo, que es de naturaleza transitoria, es decir, dura de unos pocos segundos a unos minutos. El dolor es repentino, ocurre en episodios y se siente como un calambre. La causa exacta de por qué se produce está clara y no parece estar relacionada con ningún tipo de enfermedad orgánica. Se cree que una de las causas de proctalgia fugaz son los espasmos en el esfínter anal. Otras causas también incluyen el estrés y la ansiedad.

La proctalgia fugaz, también relacionada con el estrés

¿Cómo se trata la proctalgia fugaz?

El episodio de dolor y espasmo de proctalgia fugaz desaparece por sí solo por lo que, en general, no se requiere un tratamiento concreto. Habitualmente la crisis termina antes de poder tomar ningún tratamiento.Según algunos estudios, el uso del bloqueo del nervio pudendo con toxina botulínica ayuda a aliviar la proctalgia fugaz. También se pueden realizar tratamientos tópicos.

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