La proctología trata las enfermedades de la zona anal y del recto. Estas patologías afectan enormemente la calidad de vida de los pacientes. Las personas normalmente no se mueren de dolor (al menos no literalmente), pero la realidad es que sufrir dolores en la zona anal y perianal es muy desagradable y en la mayoría de las ocasiones innecesario ya que un sencillo tratamiento puede solucionar el problema.

¿Cual es la causa más frecuente de dolor en la zona anal?

Probablemente la fisura anal es la patología frecuente más dolorosa en el campo de la proctología. Los pacientes describen un dolor muy intenso (debido a la dilatación del ano),que se desencadena tras la defecación y dura horas.

El dolor vinculado a la fisura anal debe tomarse muy en serio, algunas pacientes afirman que ir al baño es peor que un parto y la literatura médica describe el dolor anal como uno de los más intensos y afirma que incluso se han descrito casos de suicidios.

Las fisuras anales no suelen curarse solas si el cuadro de dolor es superior a unas semanas . En algunos casos un tratamiento conservador (pomadas tópicas) es una solución eficaz, pero en muchos casos es necesaria una intervención quirúrgica que un proctólogo experto puede realizar de manera sencilla, ambulatoria y con anestesia local. Por lo tanto no debemos permitir que la vergüenza o la falta de información nos lleven a sufrir de manera innecesaria.

Una trombosis hemorroidal es otra causa frecuente de dolor en la zona anal.

En este caso el dolor se relaciona con la aparición de un bulto de forma brusca, en la zona anal. El dolor se agudiza o remite en diferentes posturas y la intensidad del dolor varía mucho de un paciente a otro. La trombosis hemorroidal es un coágulo formado en el borde anal y normalmente se puede palpar una “bolita” que suele aparecer en muchas ocasiones vinculado a un esfuerzo defecatorio puntual, o incluso por un cuadro de diarreas.

Poner frío local (hielos envueltos en un paño por ejemplo) y hacer presión en la zona puede aliviar el dolor. En algunas ocasiones el coágulo (la trombosis) se reabsorbe por si solo en unas semanas. Si la trombosis está muy cerca del borde anal, causando un dolor intenso, llevar una vida normal puede ser prácticamente imposible y es mejor extirpar la trombosis.

La intervención es muy sencilla y el alivio suele ser inmediato. Vale la pena mencionar que puede realizarse en mujeres embarazadas ya que es una complicación relativamente frecuente del final del embarazo.

Los abscesos en la zona sacra, y perianal también provocan dolor.

El absceso es una cavidad llena de pus y es la presión en la zona lo que causa el dolor. Suele acompañar al dolor una inflamación de la zona , e incluso fiebre en algunos casos. La solución más inmediata es el drenaje del absceso: “absceso drenado, absceso curado”.

Menos frecuente pero más misterioso es el dolor de la proctalgia fugaz. Se trata de un dolor de corta duración (de pocos minutos o media hora como máximo) en la región rectal, internamente. El dolor desaparece espontáneamente sin dejar rastros, con excepción de una ligera sensación en la zona, después de un episodio muy fuerte.

El tratamiento de esta patología es una tracción del músculo elevador del ano, maniobra que puede realizar tu proctólogo. En general en esta patología lo más importante es el correcto diagnóstico, ya que si bien el dolor es muy desagradable no suele impedir llevar una vida normal y es la preocupación lo que lleva al paciente a acudir al proctólogo.

¿Entonces las hemorroides no duelen?

El desconocimiento de la mayoría de las personas de los síntomas y enfermedades de la zona del ano y recto llevan a un autodiagnóstico frecuente de hemorroides. Cualquier dolor, sangrado o bulto de la zona llevan al paciente a pensar que tiene hemorroides.

En general las hemorroides no duelen aunque pueden ser molestas especialmente si se irrita/inflama la zona por un episodio de diarrea/estreñimiento o por haber comido alimentos picantes. Lo más frecuente si hay dolor y se padece de hemorroides es que se trate de una trombosis hemorroidal asociada a las hemorroides.

¡Deja de sufrir!

Sin duda alguna la fisura anal es la malvada reina del dolor en la proctología aunque en algunos casos otras patologías pueden también ser muy dolorosas y amargarnos la vida. Quien haya sufrido estas patologías seguro se identifica con la imagen de llorar de dolor y frustración.

Pero mejor es terminar recordando las buenas noticias: ¡La solución al dolor en el ano y recto es en la gran mayoría de los casos sencilla, prácticamente indolora, se puede realizar de forma ambulatoria y con anestesia local! Si tienes dolor en el ano o en la zona anal… ¡Acude a tu proctólogo y cambia la mueca de dolor por una sonrisa de alivio!