El estar mucho tiempo sentado delante de un ordenador, con poca hidratación, poca posibilidad de movimiento cuando nos encontramos en videoconferencias o conectados con otras personas así como el calor de la silla (poco preparadas para que estemos sentados durante largos periodos de tiempo) son factores que pueden pasar factura a nuestra salud proctológica.

Así lo han señalado los médicos del Instituto Proctológico Dr. Padrón, centro proctológico de referencia en las Islas, quienes han detectado tras el confinamiento un importante aumento en los casos de trombosis hemorroidales y contracturas del músculo elevador.

Según el Dr. Ignacio González, cirujano experto en Proctología del Instituto Proctológico Dr. Padrón: “Después de la cuarentena, hemos visto que destacan determinados cuadros similares en los pacientes: uno de ellos es la trombosis hemorroidal (en el que influyen muchas cosas: el estrés, el estar mucho tiempo sentados en casa durante la cuarentena, dietas poco equilibradas, estreñimiento por comer demasiados dulces con harina o chocolate)”.

Pero además, “hay algo que verdaderamente nos ha llamado la atención tanto en nuestro centro de Tenerife como en el Gran Canaria, y es que hemos registrado un aumento de pacientes por contractura del músculo elevador. Suponemos que esto tiene mucha relación con el estrés que muchas personas han vivido en el confinamiento al poder perder su empleo, la situación de crisis, el no salir, no ver a la familia, no relacionarnos con los otros de forma habitual, etc.“.

La trombosis hemorroidal es una complicación derivada de la hemorroide común. Se caracteriza por la aparición de un bulto externo de color violáceo y apariencia dura que aparece en el margen del ano. Es una de las urgencias proctológicas más frecuentes y puede resultar incapacitante de forma temporal para el individuo si no se toman las medidas adecuadas. 

El síndrome del elevador es una patología que se caracteriza por ser un espasmo en un músculo del ano que produce un dolor intenso aunque temporal.  Normalmente se trata de un dolor que suele ser episódico y durar menos de 20 minutos. Lo más importante a este respecto es que se trata de un dolor que no tiene relación con la defecación. El síndrome del elevador del ano puede aparecer en cualquier momento e incluso despertar a una persona que está durmiendo. La frecuencia y la duración dependen mucho de cada caso particular.

Recomendaciones para un teletrabajo saludable

Con el teletrabajo, las personas pasan mucho tiempo sentadas lidiando con problemas que no son fáciles de resolver y que pueden generar mucha ansiedad. Esto puede ocasionar un incremento de patologías que tengan que ver con una contractura del esfínter anal interno, complicándose patologías como las fisuras anales, el estreñimiento, la dilatación de las hemorroides, los prolapsos, etc.

Con el fin de evitar un empeoramiento de las patologías proctológicas a consecuencia del teletrabajo, desde el Instituto Proctológico Dr. Padrón, nos ofrecen las siguientes recomendaciones:

  • La principal recomendación es no permanecer mucho tiempo sentados en el mismo sitio y en la misma posición (una opción para evitar el calor de la silla es colocar una toalla del baño o algún tipo de almohadilla en el asiento). Una opción para evitar el sedentarismo durante las horas de trabajo es hacer uso de auriculares inalámbricos que nos permitan mayor capacidad de movimiento mientras mantenemos conversaciones telefónicas largas, por ejemplo.
  • Tomar agua con frecuencia para hidratarnos adecuadamente.
  • Respetar los patrones de sueño.
  • Trabajar en una habitación bien ventilada.
  • Usar ropa interior fresca de algodón para evitar el exceso de sudoración con el calor.

¿Cómo afecta el verano a las patologías proctológicas?

Los casos de hemorroides en Canarias aumentan un 30% durante el verano. Según explica el Dr. González, “existe una receta antihemorroides especialmente indicada para utilizar en verano: comer, beber y andar. Gracias a esta combinación saludable y otros consejos más, se podrá evitar este molesto compañero de viaje”.

El calor es uno de los factores que puede hacer que las hemorroides den más problemas en verano, ya que favorece el aumento de la vasodilatación, pudiendo causar hinchazón e irritación. Pero hay otras causas indirectas que también influyen en la mayor prevalencia de las molestias en estos meses tales como los cambios en la alimentación derivados de una mayor relajación de las rutinas. Esto normalmente se ve reflejado en que se mantiene una alimentación menos nutritiva y saludable al mismo tiempo que consumen menos cantidad de agua. Estos dos factores son indispensables en la aparición de las hemorroides e incluso en el empeoramiento de las que ya existen. Una dieta baja en fibra y un déficit de hidratación pueden producir estreñimiento y esfuerzos defecatorios que pueden hacer aparecer las hemorroides e incluso trombosis hemorroidales.

“El estreñimiento, frecuente sobre todo en los viajes, provoca la congestión pélvica y dilatación del plexo hemorroidal”, añadió el Dr. González. No menos insidiosos, en este sentido, son los episodios de diarrea repetidos en el tiempo. La materia fecal líquida, muy ácida, puede irritar e inflamar las hemorroides causando síntomas más o menos molestos, como dolor, sangrado o prolapso.

Recomendaciones para prevenir las hemorroides en verano

Para prevenir la aparición de hemorroides durante los meses de verano, existen una serie de recomendaciones sencillas y fáciles de sobrellevar:

  • Comer alimentos con un alto contenido de fibra para evitar el estreñimiento en esta época.
  • Mantener el cuerpo hidratado, es decir, ingerir más de un litro y medio de agua por día.
  • Realizar algún ejercicio físico para mantener el metabolismo activo como andar un hora diaria, por ejemplo.
  • Procurar no pasar demasiado tiempo sentado sobre todo durante la defecación para evitar esfuerzos grandes y presiones innecesarias en la zona anal.
  • Evitar ingerir alimentos picantes o muy especiados ya que pueden propiciar que se irrite la zona del margen anal.
  • Evitar un consumo elevado de alcohol ya que actúa como estimulante que puede producir diarreas y, estas a su vez, provocar irritación en el ano.